Puede que no seas consciente de ello, pero adoptar el turismo lento o slow travel significa actuar a favor del turismo sostenible. Menos viajes, encuentros con la población local (artesanos, agricultores, restauradores, diseñadores, etc.) o actividades suaves como ciclismo, senderismo o kayak. Un modelo alternativo de viaje que promueve la economía local, la protección del medio ambiente y las iniciativas sociales.
La ecología como el centro del movimiento
En un momento en el que cada vez se alzan más voces contra la contaminación del sector aéreo, muchas personas recurren a formas de transporte más suaves. ¿Por qué no aprovechar las vacaciones para subirse a la bicicleta? Por ejemplo, tome el Canal du Midi para descubrir la ciudad vinícola de Burdeos o la ciudad fortificada de Carcasona, recorra el Loira para visitar los castillos de Chambord, Chenonceau y Amboise, vaya en bicicleta hasta Lyon o tome el Vélodyssée hasta la costa atlántica.
Los aficionados a los deportes de aguas dulces se tomarán su tiempo para descubrir el Pont du Gard en kayak, las calas de la Ile de Beauté en canoa o los acantilados de Étretat a remo. La movilidad suave también implica el senderismo y el trekking. En Francia no faltan los parajes naturales: los Vosgos, el Jura, los Pirineos… Otros medios de transporte suaves: paseos a caballo, trenes, caravanas y cruceros en barcaza. En el programa: 6.700 km de vías navegables para navegar por el Rin, el Danubio y el Sena. Lo suficiente como para desconectar por completo con el sonido del agua que chapotea.
Adoptar el turismo lento también significa pensar en el desarrollo de una movilidad respetuosa con el medio ambiente, como : Cicloturismo, Turismo fluvial, Turismo a caballo, Senderismo, Turismo en tren.
Este tipo de turismo es más auténtico y permite sumergirse en el lugar que se visita, lejos de las multitudes y más cerca de la población local. Por lo tanto, la opción es tomar rutas menos concurridas.
Sin embargo, el turismo lento también puede practicarse cerca de casa, ¡o en un viaje al otro lado del mundo!
«El ecoturismo es la voluntad y la práctica del desarrollo del turismo y de las actividades recreativas en un país, región o destino turístico que integra los principios básicos del desarrollo sostenible, que son respetuosos con el ser humano, el medio ambiente, la cultura y la economía local de la región de acogida.
Definición según la Organización Mundial del Turismo
Las autoridades locales y los territorios entran en escena
Además, las ciudades, los departamentos y las regiones están poniendo en marcha acciones para promover la ecología, pero que también permiten el turismo lento. De hecho, en muchas ciudades y en Bretaña, más concretamente cerca de Rennes, muchos municipios están habilitando carriles bici para llegar a las ciudades vecinas.
Estos caminos están dedicados esencialmente a fomentar los desplazamientos en bicicleta, que son más ecológicos que el coche o el transporte público. Al mismo tiempo, esto beneficia al turismo lento.
Adicionalmente, la ADEME (Agencia Francesa para la Transición Ecológica) lanza una convocatoria de proyectos para apoyar a los agentes del sector turístico en el diseño de su oferta de servicios para desarrollar una oferta de turismo lento.
El turismo lento en busca de autenticidad y sensible a su huella ecológica se dirige lógicamente a las zonas rurales y a los parques naturales. Una carta más para los territorios que ya son punta de lanza del turismo rural. Sólo hay que reunir las ofertas existentes bajo una nueva luz. La Saône-et-Loire se inclina por las escapadas campestres extrasensoriales; la Mayenne promueve los Slowlydays. En cuanto al sitio web de los valles del Lot y de la Dordoña, tiene una oferta completa en varias páginas: viaje lento, alojamiento lento, visitas lentas, slow cocooning y comida lenta. Ideal para prolongar la duración de su estancia.
Conclusion
Además, muchas certificaciones forman parte ahora de la práctica del turismo lento. En Francia, podemos encontrar diferentes certificaciones como Cittaslow, que es la principal certificación vinculada a este movimiento.
Las ciudades certificadas como «Cittaslow» en el mundo aseguran a los viajeros responsables una calidad de vida excepcional. Cittaslow es la Red Internacional de Ciudades para Vivir Bien. En un momento en que la globalización ya amenazaba el equilibrio y la sostenibilidad de nuestro planeta, el movimiento slow nació en los años 80 para promover un mundo más humanista y sensato. En su momento, hablaba de eco-gastronomía, de un mundo anti-coche, de tomarse el tiempo para vivir, para intercambiar, etc.
Por último, también podemos mencionar las certificaciones Pavillon Bleu, Accueil Vélo, Agir pour un Tourisme Responsable, European Ecolabel o Clef Verte. Estas certificaciones trabajan por un turismo sostenible, ecológico y respetuoso con el medio ambiente.
El turismo lento es ahora un medio para provocar el cambio. De hecho, en Francia se están poniendo en marcha nuevas infraestructuras, certificaciones e inversiones para desarrollar este movimiento sostenible y ecológico.